miércoles, 30 de octubre de 2013

Mamá

Una de las primeras palabras que salen de nuestra boca, es a quien sin duda llamamos cuando tenemos miedo o cuando tenemos un problema. Es un poco cliché decirlo, pero es porque cuando algo es tan verdadero y obvio, cuando lo tenemos tan digerido, no hay otra manera de decirlo:  Madre hay una sola.
Hoy pensé en ti mamá, cuando te vi a los ojos y te vi cansada. Pensé en todo ese esfuerzo que haces para mantenerte en pie y para ser fuerte, y que sin embargo apenas se percibe, porque te encargas de que no lo notemos. Pensé en lo mucho que te amo mamá, en todo lo que me has entregado a mi y a mis hermanos durante estos últimos 21 años. 
No sabes cuan agradecida y orgullosa estoy de que tu seas mi madre, de que eligieras tenerme y criarme a pesar de que las condiciones en las que llegué a tu vida no fueran las optimas, no podría querer a otra persona como te quiero a ti. Solo puedo entender de ti que eres una mujer fuerte y poderosa, que cuando se trata de defender a los que amas, eres capaz de todo. 
Tu me inspiras mamá, me inspiras y me animas a seguir adelante, a ser como tu algún día. Yo quiero ser como tu.
Y ahora me doy cuenta de lo mucho que te amo, de lo importante que eres en mi vida, y lamento mucho no estar contigo tanto como antes. 

Yo te amo mamá, yo te adoro, yo te respeto, yo te quiero, yo espero ser como tu algún día, porque tu me enseñaste a ser tan buena como tu, me enseñaste a ser tan amable y respetuosa como tu, nadie pudo haberme criado y educado mejor que tu, porque tu eres mi mamá y eres la mejor mamá del mundo.