Trato de llegar a un lugar tranquilo, pero hay niebla en mi cabeza. El suelo bajo mis pies se sacude y yo me arrastro para avanzar. El fuego en la garganta quema, igual que el agua que se desliza por mi mejilla. Trato me moverme, pero cuando pienso que estoy subiendo, solo caigo mas profundo. El ruido, el calor, el llanto, todo duele. Solo quiero la paz y felicidad que la vida promete, pero mi mundo gris solo se da vueltas una y otra vez en la miseria. Siento que todo es mi culpa...